Nos acercamos viento en popa al segundo mes del segundo trimestre del año, con gran parte de nuestra gama de producto situada en el primer decil de su categoría (en el caso de nuestros fondos de renta fija) o en el primer cuartil, en el caso de nuestro B&H Flexible.
Aunque obviamente estamos satisfechos de ver que nuestras tesis están teniendo efecto, porque esto se refleja en rendimientos positivos para nuestros partícipes en lo que va de año, no nos cansamos de decir que somos inversores de largo plazo, con todo lo que ello conlleva: ser pacientes y mantener la estrategia varios años en cartera para recoger todos sus frutos, pero también invertir como si nosotros fuéramos los dueños de las compañías y además invertir nuestro propio dinero y el de nuestras familias en las estrategias como señal de compromiso con nuestros clientes. Gracias al buen comportamiento de nuestros fondos, hemos podido seguir atrayendo clientes en 2021 y creciendo, de manera que nuestro patrimonio ya se sitúa en 220 millones de euros.
Como afirmaba recientemente nuestro CEO, Rafael Valera, en una entrevista con El Asesor Financiero, “nuestros objetivos nunca han sido de volumen, sino de rentabilidad”. En concreto, el objetivo en renta variable es batir al índice MSCI World Total Return Net (con dividendos), mientras que en renta fija nos hemos marcado situar a nuestros fondos entre los primeros de la categoría de renta fija corporativa, algo que estamos cumpliendo y queremos seguir cumpliendo en el futuro.
En esa misma entrevista, Valera anunciaba que nuestros fondos luxemburgueses cuentan desde abril con una nueva clase con retro que está suscitando interés por parte de las bancas privadas españolas. Esto nos permitirá seguir creciendo en un segmento donde hasta ahora habíamos tenido poca representatividad, por lo que esperamos que se refleje en el crecimiento de nuestros activos bajo gestión de aquí en adelante.
La decisión de llevar nuestros fondos a Luxemburgo ha supuesto un gran esfuerzo para nosotros en términos económicos, de tiempo invertido y de empeño personal, que nos ha llevado años implementar y que ahora está pagando sus frutos. En enero, completamos el proceso de reorganización de nuestra gama, con la fusión de nuestras sicavs españolas con los vehículos luxemburgueses y hablábamos de las lecciones que habíamos aprendido de esta experiencia en Funds People. En febrero, anunciamos el cambio de depositario de nuestros productos, para empezar a trabajar con Credit Suisse, que nos está garantizando una operativa perfecta en Luxemburgo. Ahora, podemos comunicar la introducción de la clase retro en nuestra gama de fondos, todo en tan solo los cuatro primeros meses de 2021. Y esperamos que queden muchos -y gratos- anuncios por hacer en lo que queda de año.
Como hemos comentado en momentos anteriores, el objetivo de estos pasos no consiste en incrementar nuestras ventas sin más, sino en hacer llegar un servicio de calidad y valor añadido a nuestros clientes actuales -al garantizar la seguridad jurídica y la transparencia de nuestros vehículos de inversión- y a los futuros, al flexibilizar la operativa y seguir ofreciendo rendimientos que nos posicionan en los puestos de liderazgo de nuestras categorías de inversión. Tal y como está organizada la industria en nuestro país, por desgracia, hemos tenido que irnos a Luxemburgo para conseguir que nuestros fondos estén disponibles en nuevas entidades españolas. Y tal y como está la situación regulatoria en nuestro país, hemos tenido que irnos al Gran Ducado para ahorrarnos la persecución que han sufrido las sicavs en los últimos años, injustificada bajo nuestro punto de vista.
En cierto modo, podemos establecer un paralelismo entre nuestra experiencia luxemburguesa y nuestra filosofía de inversión: con paciencia, tesón y esfuerzo, ciñéndonos siempre a un plan establecido de antemano, al final la estrategia termina dando sus frutos. Y todo ello, con un beneficio directo y positivo para nuestros partícipes, que son quienes nos hacen querer ser excelentes en todo lo que hacemos.
