De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Burkina Faso es uno de los países con peor situación alimentaria del mundo, cosa que se hace más preocupante en el caso de los niños. En este país, el 13% de los menores de edad sufre de emaciación, una enfermedad producto de una mala alimentación, con la que se pierde más del 10% del peso, y que afecta principalmente a la masa muscular del cuerpo humano. De igual manera, el déficit nutricional existente en Burkina Faso provoca que la altura del 29% y el peso del 30% de los niños sean insuficientes en relación a la edad de los jóvenes.
Las tasas que pueden verse reflejadas en los informes de esta organización son muy superiores a los máximos aceptables en materia de alimentación que estableció la Organización Mundial de la Salud (OMS), y hacen más visibles las graves carencias que sufre este pequeño país africano.
Aunque no se cuenta con datos tan definidos sobre la situación nutricional de los adultos, la FAO considera que es de menor gravedad que la malnutrición infantil que se vive en Burkina Faso. De todos modos, la organización detectó una falta importante de micronutrientes, lo que constituye un problema de salud pública, dado que carecer de estos elementos en la alimentación facilita que se contraigan diversas enfermedades que afectan a la correcta nutrición de nuestro sistema (como diarrea o paludismo), y que es una de las razones por las que la mortalidad infantil es tan elevada en Burkina Faso.
Por esta razón, la FAO determinó que en materia de nutrición lo que más apoyo requiere es la agricultura, la cual es la principal fuente de alimentos en Burkina Faso, para que los habitantes tengan la capacidad de mejorar sus productos y comenzar a autoabastecerse de forma más eficiente, incrementando así la calidad de lo que comen, así como la cantidad. La perspectiva positiva es que la misma organización declaró que esta situación ha ido mejorando progresivamente en los últimos años, aunque quede un largo trecho por recorrer para revertir estos problemas de nutrición.
Conscientes de la gravedad de esta situación, en Buy & Hold decidimos hacernos empresa patrono de la Fundación Amigos de Rimkieta, ya que sabíamos que opera en una de las zonas más pobres y afectadas de Burkina Faso. Precisamente, vimos que el trabajo que hace esta fundación en el barrio de Rimkieta (situado en Ougadougou, su capital) está totalmente alineado con estos objetivos que tiene la FAO y que constituyen un proyecto a largo plazo para ayudar de forma logística y dando formación a los vecinos de este barrio para que, entre otras cosas, a través de la agricultura, consigan esa capacidad de autoabastecimiento que menciona en sus objetivos la FAO.
Amigos de Rimkieta conoce a fondo las necesidades de las personas a las que ayuda, y en la fundación saben que la alimentación en Burkina Faso tiene una base muy importante de verduras, legumbres y cereales, por lo que puso en marcha proyectos destinados a optimizar los recursos disponibles. Uno de los más significativos fue poner en marcha un huerto de 2.000 metros cuadrados que da trabajo a 26 mujeres y que ayuda al autoabastecimiento de la zona. Del mismo modo, se abrió un banco y un molino de cereales, centrado en el maíz, en los que se venden (a precio de cosecha) 600 raciones de cereal diarias y donde se puede moler el cereal sin tener que hacerlo manualmente en los hogares.
Este es solo un ejemplo de cómo se puede ayudar a una zona tan desfavorecida, y todo empieza por identificar un problema y conocerlo con el mayor detalle posible, cosa que se ha podido hacer gracias a estudios como los realizados por la FAO. Siendo conscientes de estas situaciones tan graves, la Fundación Amigos de Rimkieta da las herramientas para poder aportar un granito de arena que puede beneficiar a muchas personas.