Invertir siempre tiene riesgos, pues no podemos saber cómo se va a desempeñar una empresa o su sector, que puede sufrir un varapalo en los mercados financieros y desplomarse. Nadie tiene la bola de cristal, y, por tanto, nadie puede saber con certeza qué opción es mejor y cuál es peor; pero lo que sí podemos hacer es tener pistas, y reducir el riesgo para nuestro patrimonio.
Para entender esto, hay que comprender la filosofía Value, que parte de la idea de que los mercados financieros no son siempre eficientes, ni mucho menos. Así, los seguidores de la inversión en valor consideramos que los mercados solo pueden ser eficientes en el largo plazo, ya que es, en general, como el precio de las acciones coincide con su valor intrínseco, es decir, su valor real.
El problema de invertir a corto plazo es que uno está atado a las constantes coyunturas que hacen volátil al mercado, las mismas que crean inseguridad e incertidumbre alrededor de las posiciones que se han comprado.
Para ello, tenemos un método de análisis de las compañías en las que invertimos, con el que nos aseguramos de la robustez de estas, y que nos sirven para valorar estas posiciones como positivas para una inversión a largo plazo, que es como enfocamos nuestros fondos en Buy & Hold:
- Debe tener un negocio bien identificado, con crecientes flujos de caja, y que cuente con una buena posición en su sector.
- El equipo que gestiona la compañía debe ser de confianza, que tenga un buen historial directivo y que genere valor para los accionistas.
- Su situación financiera debe ser sólida, con un nivel de deuda bien controlado.
Nosotros, en Buy & Hold, no buscamos ver qué impulso del mercado nos puede hacer ganar más dinero en el corto plazo, sino que buscamos valores sólidos, en cuyo desempeño confiamos. Esto no significa que dichas posiciones estén exentas de los vaivenes propios del mercado, pero sí buscamos reducir el riesgo de tener pérdidas lo más posible.